jueves, 27 de junio de 2013

El mundo entre tus nalgas


                                                                                                    Diálogos Mesiánicos

Si bien, La Catrina Trina no comparte el arraigado fanatismo futbolero de sus compinches, le es difícil mantenerse al margen del fulgor venido de arengas y vituperios, propios de la observación de un partido de futbol, en compañía de camaradas que comparten caguamas y el gusto por determinado equipo. Es así como aquel domingo 26 de mayo, después del partido final entre las Águilas del América y el Cruz Azul, se hallaba ante los pies del Rey Coliman, señor guardián del valle colimense, celebrando el dramático triunfo de los emplumados.
Los cantos de victoria se alzaban por los aires y se precipitaban a la gente, sólo para después seguir volando en las alturas; al ritmo de la batucada se organizó una danza dirigida por banderas amarillas; y los cuerpos, ondeaban, las melenas, los culos que desembocan de caderas femeninas, ondeaban.
Inmersos en la euforia, el gentío circulaba la glorieta. A Trina, ya nada de eso la arrastraba, se abstrajo profundamente en el suave contoneo de las nalgas posadas frente a sus enormes ojos huecos, esos ojos huecos y oscuros ahora se tupian del ajustado y diminuto short blanco, que vestía a medias el culo de la joven manceba.
-¡Jesucristo!... ¿ya viste eso?
-Sí wey, está de ¡No mames!
-Yo podría vivir ahí
-jaja… llégale Catrina, igual y pega
“¿sabrá esa mujer, será consciente de lo que guarda bajo las enaguas? Los desvelos de un hombre habitan entre los pliegues de esa carne magra, las angustias por ganarse un nombre y ser merecedor de tales caprichos de la creación. ¿por qué proveer tal abundancia, tal distinción a las criaturas?, ¿para que la malgasten con imbéciles sin aprecio?”
Un par de jóvenes saludaban a la manceba con efusivo abrazo
“Hombres se desviven cuales perros trabajando toda la semana, esperando el sábado, para poder entrar forrados en centavos a algún tugurio de mala muerte, bañarse en cerveza y contemplar alegres, pero deshechos en el fondo, lo que la edad y la pobreza les ha robado de sus casas, un culo hermoso donde descansar el alma.
Y no es que las nalgas de ese calibre sean sólo para los afortunados económicamente, sino que quienes las poseen las han hecho fuente de chantaje, les han puesto precio, ahondando la miseria de los miserables”
Los jóvenes servían generosamente un vaso de whiskey, costoso whiskey para la manceba.
“Fanfarrones, ¿qué les ha costado a ellos? Lo que cuesta es ir por las calles tragándose el delirio de rendirse ante tal desparpajo de mujer, de jurarse humilde y únicamente a la felicidad de nalgas como éstas.
No la culpo, creció sabiendo que los dones que le han de valer, son los que lleva puestos, creció ignorando que sus nalgas valen la Adoración religiosa, el rigor científico:

Clara manifestación divina
Ruega por nosotros
Fuerza del espíritu humano
Ruega por nosotros
Cimiento de la civilización
Ruega por nosotros
Paz de las consciencias
Ruega por nosotros
Martirio de los abnegados
Ruega por nosotros
¡Culo de Dios!
Amén.

                                                                                                             Néstor Calavera